Un ejemplo actual de manipulación. Derrocar a Saddam: entre la felicidad y el arrepentimiento.
Nadie recuerda su nombre. Sin embargo, su participación en el "derrocamiento" de las estatuas de Saddam en 2003, dieron la vuelta al mundo. Cuatro años después, Irak está mucho peor. Y Quaffim Al Jabbouri (así se llama), se arrepiente públicamente.
27 ago 2007
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